En esta página, te sumergirás en el icónico álbum de Pink Floyd "Wish You Were Here". Descubre cómo se gestó la creación de este trabajo, los detalles de su grabación, las historias detrás de cada una de sus canciones y la crítica social que encierra.
La entrada de Pink Floyd al club selecto de las superestrellas de la industria discográfica con su álbum "The Dark Side of the Moon" en los años 70 los llevó a la cima del éxito. ¿Pero sabías que esto también marcó el inicio de la decadencia de la banda?
El éxito de "The Dark Side of the Moon" fue impresionante. Solo en el Reino Unido vendieron 700,000 copias en las primeras semanas y llenaron conciertos en todo el mundo. David Gilmour y Nick Mason se compraron casas impresionantes en Londres y en el sur de Francia, mientras que Rick Wright adquirió una propiedad en Rodas y una casa de campo en Cambridge con su propio estudio de grabación. Roger Waters incluso se compró una mansión en Volos, Grecia, al pie del monte Pelion. ¡Vaya fortuna!
Con tanto dinero, el grupo fundó su propia editorial, Pink Floyd Music Publishing, y descubrió que EMI no había recolectado una gran cantidad de dinero en el extranjero en los últimos tres años. ¡Les llovió dinero y esto les permitió hacer realidad todos sus sueños! Pero también sembró las semillas del descontento dentro de la maquinaria de Pink Floyd.
Nick Mason se embarcó en algunos proyectos personales y David Gilmour, después de producir para el grupo Unicorn, estaba listo para lanzar la carrera de la cantante y compositora de dieciséis años Kate Bush. El grupo estuvo a punto de separarse en ese momento, pero tuvieron miedo de lo que había afuera y decidieron seguir juntos. Sin embargo, querían producir un sucesor digno de "The Dark Side of the Moon".
En 1973, Pink Floyd decidió revivir su proyecto de álbum basado completamente en objetos cotidianos. Habían intentado lanzarlo en 1971 sin éxito, pero esta vez intentaron de nuevo. La idea era que vasos de vidrio, cuchillos, rollos de cinta adhesiva Scotch y otros objetos cotidianos formarían la base de lo que sería un enfoque musical completamente nuevo. Nick Mason estaba seguro de que iba a funcionar muy bien, pero el proyecto llegó a su límite y lo abandonaron.
La banda se encontraba sin ideas y sin energía para seguir adelante. Un artículo crítico en la revista NME de Nick Kent los llevó de regreso a la realidad. Después de discusiones tensas, en 1975, los cuatro miembros de la banda se reunieron en Abbey Road para grabar su noveno álbum de estudio.
Roger Waters quería hacer un nuevo álbum conceptual con una suite titulada "Shine On You Crazy Diamond" como columna vertebral musical, mientras que David Gilmour quería que el lado uno del nuevo LP consistiera en toda "Shine On You Crazy Diamond". Después de algunas discusiones tensas, finalmente llegaron a un acuerdo.
La nueva proyecto de Pink Floyd, "Wish You Were Here", fue un éxito rotundo en todo el mundo. Los críticos quedaron cautivados por este nuevo disco y la banda logró mantenerse en la cima de la industria musical. "Wish You Were Here" llegó al número 1 en el Reino Unido, Estados Unidos, Australia y los Países Bajos, vendiendo millones de copias en todo el mundo.
La canción principal del álbum, "Shine On You Crazy Diamond", fue un tributo al miembro fundador de la banda, Syd Barrett, quien había sido expulsado de la banda en 1968 debido a su deterioro mental. La canción fue un éxito instantáneo y se convirtió en una de las más icónicas de Pink Floyd.
El éxito de "Wish You Were Here" no solo consolidó la posición de la banda en la cima de la industria musical, sino que también les permitió explorar nuevas ideas y sonidos en futuros álbumes. La banda continuó trabajando junta durante varios años, pero las tensiones internas eventualmente llevaron a la partida de Roger Waters en 1985.
A pesar de esto, el legado de Pink Floyd sigue vivo hoy en día. Su música sigue siendo una inspiración para muchas personas en todo el mundo y su lugar en la historia de la música está asegurado. Aunque Syd Barrett ya no está con nosotros, su legado sigue vivo en la música de Pink Floyd, especialmente en "Wish You Were Here".
En resumen, "Wish You Were Here" es un álbum icónico de Pink Floyd que marcó el inicio de su decadencia. A pesar de esto, el éxito del álbum permitió que la banda explorara nuevas ideas y sonidos en futuros álbumes. La canción principal del álbum, "Shine On You Crazy Diamond", es un tributo a Syd Barrett y sigue siendo una de las canciones más icónicas de la banda. El legado de Pink Floyd sigue vivo hoy en día y su lugar en la historia de la música está asegurado.
Si hay algo que nunca puede faltar en un buen álbum de rock, es una portada impresionante. Y eso es precisamente lo que hizo Hipgnosis con la portada de "Wish You Were Here", ¡una verdadera obra maestra! ¿Quieres saber más sobre ella? ¡Aquí te contamos todo!
Creando una portada de ausencia
Después de escuchar "Shine On You Crazy Diamond", Storm Thorgerson, el diseñador de la portada, se puso a trabajar en la creación de algo tan bueno, o incluso mejor, que la portada de "The Dark Side of the Moon", pero diferente. ¡Nada fácil! Y después de discutirlo con los miembros de la banda, llegaron a la idea de representar la ausencia. Pero, ¿cómo se hace eso?
Como los Beatles ya habían utilizado la idea de una portada en blanco en su "Álbum Blanco", no podían hacer lo mismo. Por eso, se ideó una portada oculta. Los LPs en esa época solían envolverse en plástico transparente, como el celofán. Así que sugirieron que se hiciera negro y opaco para que el público no pudiera ver lo que había dentro. Además, se colocó una etiqueta adhesiva con dos manos mecánicas que se daban la mano en un fondo de los cuatro elementos.
¿Porqué el número cuatro?
Storm Thorgerson se obsesionó mucho con el número cuatro, ya que había cuatro palabras en el título del álbum, cuatro miembros en la banda y cuatro elementos de la vida: aire, fuego, agua y tierra. De hecho, la primera cosa que se hizo fue una postal con la frase "Wish you were here", que es la misma foto que aparece en la funda interior del álbum.
Las fotos de la funda interior
En la funda interior, hay dos fotografías más que merecen mención. La primera es de un buceador en un lago o un nadador haciendo una parada de manos en el agua. Lo impresionante de esta foto es que no hay ondas radiando desde él. La foto fue tomada en Mono Lake, en California, por Aubrey Powell.
La otra fotografía muestra un bosque azotado por el viento, en Norfolk, con un velo rojo en primer plano detrás del cual se puede distinguir la silueta oscura de una mujer.
La portada misteriosa
Pero sin duda, la portada más enigmática es la de dos hombres dándose la mano, y el hombre a la derecha está ardiendo. ¿Qué significa esto? Bueno, el hombre en llamas es la persona conspicua por su ausencia ardiente, es decir, la persona cuya sombra aún planeaba sobre los miembros de la banda, Syd Barrett.
La sesión de fotos se llevó a cabo en un estudio en Warner Bros. en Burbank, California, con dos especialistas en escenas peligrosas. La foto no salió en el primer intento, ya que el viento hizo que el fuego se agitara alrededor del rostro del hombre en llamas.
El hombre sin rostro
Por último, en la parte posterior de la portada, se ve a un hombre vestido con traje de negocios, parado en el desierto con un disco en la mano y un pie apoyado en un maletín. Y si observas bien, te darás cuenta de que este hombre no tiene rostro, ni muñecas, ni tobillos.
Es un traje sin cuerpo que, de alguna manera, nos está mirando. Y según Storm Thorgerson, esto representa a su vendedor de Floyd, que está moralmente ausente, sin integridad, no es realmente quien cree ser y, por lo tanto, está ausente, sin rostro ni cara. ¡Vaya indirecta a la industria discográfica!
La grabación de este disco se remonta a las sesiones de estudio de King's Cross en enero de 1974, donde los cuatro músicos trabajaron arduamente en "Shine On You Crazy Diamond", "Raving and Drooling" y "Gotta Be Crazy". Pero las sesiones oficiales del álbum no comenzaron sino hasta un año después, del 13 de enero al 3 de marzo de 1975, en Abbey Road Studio Three.
Naturalmente, se pensó en Alan Parsons, quien tuvo una gran participación en el éxito de "The Dark Side of the Moon". Parsons dijo: "Me ofrecieron 10.000 libras esterlinas al año para convertirme en su ingeniero de sonido permanente, pero también quería un porcentaje de la próxima producción y Steve O'Rourke dijo que no". Pero la elección de Pink Floyd recayó en Brian Humphries, cuyos créditos incluían haber grabado el disco en vivo "Ummagumma" y "Music from the Body" de Roger Waters.
Wish You Were Here resultó ser un proceso difícil que tomó alrededor de setenta sesiones de mezcla, fundidos y ediciones de varios tipos, un récord para Pink Floyd. "Shine On You Crazy Diamond" representó casi cincuenta de ellas, mientras que "Have a Cigar" solo necesitó cincuenta y seis tomas, un logro sin precedentes para la banda.
Durante las sesiones, los miembros de Pink Floyd parecían incapaces de recuperar la energía creativa de "Dark Side of the Moon". El éxito inesperado y fenomenal de su último álbum y el impacto masivo de su nueva gloria los dejó literalmente adormecidos. "Encontrarnos encerrados en el Estudio Tres de Abbey Road se sintió como una verdadera restricción", relata Waters. "La mayoría de nosotros no queríamos estar allí en absoluto; deseábamos estar en otro lugar. No estaba contento de estar allí porque sentí que no estábamos juntos".
A pesar de los obstáculos, finalmente se pusieron manos a la obra y, al final, llenaron la mayoría de las veinticuatro pistas del Studer A80 en Studio Three. La armonía que había prevalecido durante la creación de "Dark Side" ya no existía y hubo un cambio en la dinámica del grupo. Waters lentamente empezó a ganar ascendencia sobre sus colegas.
El álbum incluye la participación de varios músicos externos, como el saxofonista Dick Parry, Roy Harper, su amigo de toda la vida, quien interpretó la voz principal en "Have a Cigar", Venetta Fields y Carlena Williams en coros, y el extraordinario violinista Stéphane Grappelli.
En 1974, el famoso estudio Abbey Road Uno y Dos instaló dos nuevas mesas de mezclas de sonido. Estas eran las enormes consolas EMI TG 44x16. ¡Impresionantes! El único problema era que eran demasiado grandes para el estudio Tres, que era mucho más modesto en tamaño.
Entonces, a principios de 1975, se tomó la decisión de reemplazar la vieja consola TG12345 por una nueva. La elegida fue una consola Neve especialmente adaptada para el estudio y sustancialmente modificada por EMI. La configuración era totalmente diferente a la TG y esto generó algunos dolores de cabeza.
El ingeniero de sonido Brian Humphries explicó: "El principal problema fue que acababan de instalar una nueva consola en el [Studio Tres], y nosotros fuimos los primeros en usarla. Era una mesa de 24 pistas y aunque suele ser una tarea bastante sencilla acostumbrarse a una nueva configuración, esta fue realmente difícil".
En cuanto al resto del equipo, la grabadora de cinta era una Studer A80 de veinticuatro pistas, mientras que los monitores, efectos y micrófonos eran en gran parte los mismos que los utilizados en Dark Side.
Si eres un fanático de Pink Floyd, es posible que te hayas preguntado alguna vez qué instrumentos utilizaban para crear esa música mágica y psicodélica que nos hace volar la mente. Hoy te traemos un artículo que te dará toda la información que necesitas sobre los instrumentos que utilizaron David Gilmour, Rick Wright, Roger Waters y Nick Mason para crear los sonidos que conocemos y amamos.
David Gilmour y su "Black Strat"
Empecemos con David Gilmour, el legendario guitarrista de Pink Floyd. Gilmour era conocido por su fiel "Black Strat", una Fender Stratocaster negra que utilizó predominantemente para grabar. La guitarra tenía un golpeador blanco que Gilmour reemplazó por uno negro. Para el trabajo acústico, siempre usaba su Martin D-35, así como una guitarra acústica de doce cuerdas comprada a un amigo, probablemente una Martin D12-28. En cuanto a los efectos, añadió un MXR Phase 90 a su colección, lo que le permitió crear el icónico sonido de guitarra de "Shine On You Crazy Diamond" y muchos otros temas clásicos de Pink Floyd.
Rick Wright y sus teclados
El tecladista Rick Wright también tuvo un papel fundamental en la creación del sonido de Pink Floyd. Optó por nuevos teclados, incluyendo un ARP Solina String Ensemble, un Hohner Clavinet, un Hammond C3 y un Moog Taurus. Estos instrumentos le permitieron crear algunos de los arreglos más icónicos de la banda, como el solo de órgano en "Echoes" y los arpegios de sintetizador en "Shine On You Crazy Diamond".
Roger Waters y su bajo Fender Precision
Roger Waters, el bajista y principal compositor de Pink Floyd, aún tocaba un bajo Fender Precision, pero uno negro con un diapasón de arce y un golpeador blanco. Este bajo le permitió crear el icónico sonido de bajo en canciones como "Money" y "Another Brick in the Wall".
Nick Mason y su batería Ludwig
Finalmente, tenemos a Nick Mason, el baterista de Pink Floyd. En la Melody Maker del 11 de octubre de 1975, Mason detalló la configuración exacta de su batería Ludwig: bombos, tom-toms, tambores de piso, Remo Rototoms, un tambor de caja, un hi-hat Paiste, platillos Paiste y baquetas Ginger Baker. También mencionó que para atenuar el sonido, ponía almohadas en sus bombos, que ajustaba bastante graves.
"Shine On You Crazy Diamond I-V", una joya en la discografía de Pink Floyd, es una canción que rinde homenaje al ex miembro de la banda, Syd Barrett, quien fuera un talento brillante y enigmático. Esta obra maestra musical, combina el rock progresivo con elementos de jazz y toques de blues, creando una atmósfera melódica y emocionalmente intensa.
La génesis de la canción proviene del profundo afecto y respeto que los integrantes de Pink Floyd sentían por Barrett, cuya carrera se vio truncada debido a problemas de salud mental y abuso de sustancias. A través de las notas emotivas y letras evocadoras, la banda logra capturar el espíritu creativo de Syd, al tiempo que expresan su pesar por la pérdida de su amigo y compañero.
Durante el proceso creativo de "Shine On You Crazy Diamond I-V", Roger Waters y David Gilmour trabajaron estrechamente en la composición, creando una melodía que se despliega lentamente a lo largo de los nueve movimientos de la canción. Mientras Waters se encargaba de las letras, Gilmour aportaba sus inconfundibles solos de guitarra y las estructuras armónicas.
Una anécdota curiosa y trascendental en la historia de la canción ocurrió durante la grabación del álbum en los estudios Abbey Road. Syd Barrett, quien había estado ausente de la vida pública durante años, apareció sorpresivamente en el estudio. El aspecto físico y la personalidad de Barrett habían cambiado tanto que, al principio, los miembros de la banda no lo reconocieron. A pesar de la conmoción y la tristeza por el estado de su antiguo amigo, la visita de Barrett reafirmó la importancia de la canción como homenaje a su genialidad y su legado.
En cuanto al desafío técnico que representó la grabación de "Shine On You Crazy Diamond I-V", la banda experimentó con técnicas de producción avanzadas, como la utilización de sintetizadores y efectos de sonido únicos, que contribuyeron al carácter distintivo de la canción y al éxito del álbum.
Hasta la fecha, "Shine On You Crazy Diamond I-V" sigue siendo una de las canciones más emblemáticas y queridas de Pink Floyd, un testimonio del talento y la creatividad de la banda, así como un recordatorio eterno del legado de Syd Barrett.
Remember when you were young,
You shone like the sun.
Shine on you crazy diamond.
Now there's a look in your eyes,
Like black holes in the sky.
Shine on you crazy diamond.
You were caught on the crossfire
Of childhood and stardom,
Blown on the steel breeze.
Come on you target for faraway laughter,
Come on you stranger, you legend, you martyr, and shine!
You reached for the secret too soon,
You cried for the moon.
Shine on you crazy diamond.
Threatened by shadows at night,
And exposed in the light.
Shine on you crazy diamond.
Well you wore out your welcome
With random precision,
Rode on the steel breeze.
Come on you raver, you seer of visions,
Come on you painter, you piper, you prisoner, and shine!
"Welcome to the Machine", una de las canciones más destacadas de Pink Floyd. La pieza, escrita por Roger Waters, aborda temas relacionados con la deshumanización y la alienación que provienen de la industria musical y la sociedad en general, presentando una crítica mordaz a la maquinaria comercial que envuelve a los artistas.
El proceso creativo de "Welcome to the Machine" fue impulsado por el descontento de la banda con la presión ejercida por las compañías discográficas y la maquinaria de la industria musical. La canción se caracteriza por sus atmósferas sonoras oscuras y cautivadoras, que se combinan con letras introspectivas y punzantes. Para lograr este sonido, Pink Floyd experimentó con sintetizadores y efectos electrónicos, especialmente el icónico sintetizador VCS3, utilizado por Richard Wright para crear texturas envolventes y futuristas.
Uno de los aspectos más innovadores de "Welcome to the Machine" fue la inclusión de efectos de sonido que simulan el ambiente industrial y maquinal al que hace referencia la letra de la canción. Entre estos efectos, se destacan el ruido de motores y engranajes, así como el sonido de una máquina de escribir que, en conjunto, aportan una dimensión adicional al mensaje crítico de la obra.
Aunque la canción no tuvo tantos problemas de producción como otras piezas del álbum, el principal desafío fue lograr una mezcla equilibrada entre los elementos electrónicos y las partes acústicas, como la guitarra acústica de 12 cuerdas interpretada por David Gilmour.
Un dato curioso sobre "Welcome to the Machine" es que, a pesar de la crítica hacia la industria musical, la canción se convirtió en uno de los sencillos más exitosos del álbum y contribuyó al reconocimiento internacional de Pink Floyd. La pieza ha sido interpretada en numerosas ocasiones en conciertos de la banda, y su legado perdura hasta el día de hoy como un recordatorio de los desafíos que enfrentan los músicos en su lucha contra la comercialización y la pérdida de identidad artística.
Welcome my son, welcome to the machine.
Where have you been?
It's alright we know where you've been.
You've been in the pipeline, filling in time,
Provided with toys and 'Scouting for Boys'.
You brought a guitar to punish your ma,
And you didn't like school, and you
know you're nobody's fool,
So welcome to the machine.
Welcome my son, welcome to the machine.
What did you dream?
It's alright we told you what to dream.
You dreamed of a big star,
He played a mean gituar,
He always ate in the Steak Bar.
He loved to drive in his Jaguar.
So welcome to the Machine.
"Have a Cigar" es otra joya del álbum "Wish You Were Here" (1975) de Pink Floyd, una obra que presenta una crítica mordaz a la industria musical y a los ejecutivos que buscan aprovecharse de los artistas. La canción, compuesta por Roger Waters, se centra en la relación entre la banda y los representantes de la industria, exponiendo cómo los músicos son tratados como productos en lugar de artistas con talento y visión creativa.
En el proceso creativo de "Have a Cigar", Pink Floyd empleó una combinación de instrumentos eléctricos y acústicos, con una base rítmica sólida proporcionada por la batería de Nick Mason y el bajo de Waters. Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes de la canción es la guitarra de David Gilmour, cuyos solos y riffs enérgicos reflejan el descontento y la frustración presentes en la letra.
Una anécdota destacada en relación con "Have a Cigar" es la participación del músico folk británico Roy Harper como vocalista principal. Aunque Waters y Gilmour intentaron grabar las voces ellos mismos, no estaban satisfechos con los resultados, y fue entonces cuando Harper, que se encontraba grabando en un estudio cercano, aceptó la invitación de cantar la pieza. Su interpretación sarcástica y mordaz encajó perfectamente con el mensaje de la canción.
A pesar de las críticas vertidas en "Have a Cigar", la canción se convirtió en un éxito comercial y llegó a ser uno de los sencillos más reconocidos del álbum. La ironía de esta situación no pasó desapercibida para la banda, y esta dualidad entre el mensaje de la canción y su éxito comercial se convirtió en parte de su legado.
En cuanto a las dificultades en la grabación de "Have a Cigar", se sabe que la banda enfrentó retos para conseguir el sonido deseado y equilibrar las distintas capas de instrumentación. Además, la incorporación de Harper como vocalista fue una elección inusual que, aunque resultó exitosa, también planteó desafíos en términos de arreglos y producción.
En resumen, "Have a Cigar" es una canción icónica de Pink Floyd que refleja las tensiones y desafíos que enfrentaron como banda en su relación con la industria musical. Su legado perdura hasta el día de hoy, recordándonos la importancia de la integridad artística frente a la maquinaria comercial.
Come in here, dear boy, have a cigar.
You're gonna go far, fly high,
You're never gonna die,
You're gonna make it if you try;
They're gonna love you.
Well I've always had a deep respect,
And I mean that most sincerely.
The band is just fantastic,
that is really what I think.
Oh by the way, which one's Pink?
And did we tell you the name of the game, boy,
We call it Riding the Gravy Train.
We're just knocked out.
We heard about the sell out.
You gotta get an album out.
You owe it to the people.
We're so happy we can hardly count.
Everybody else is just green,
Have you seen the chart?
It's a helluva start,
It could be made into a monster
If we all pull together as a team.
And did we tell you the name of the game, boy,
We call it Riding the Gravy Train.
"Wish You Were Here", la canción que da título al álbum de 1975 de Pink Floyd, es una de las composiciones más emotivas y entrañables de la banda. Escrita por Roger Waters y David Gilmour, la pieza es un tributo a Syd Barrett, fundador y antiguo miembro de Pink Floyd, quien dejó la banda debido a problemas de salud mental y abuso de drogas. La canción también es una reflexión sobre la alienación y la pérdida de la inocencia en el mundo del rock.
El proceso creativo de "Wish You Were Here" comenzó con la melodía y los acordes de guitarra acústica compuestos por Gilmour. A medida que la banda trabajaba en el estudio, la canción fue tomando forma y Waters escribió la letra, infundiendo en ella un sentido de nostalgia y tristeza por la ausencia de Barrett. La instrumentación de la canción es sencilla y emotiva, con Gilmour tocando la guitarra acústica y eléctrica, acompañado por el teclado de Richard Wright y la batería de Nick Mason.
Una anécdota curiosa sobre "Wish You Were Here" es que, durante la grabación del álbum, Syd Barrett visitó inesperadamente el estudio, sorprendiendo a todos. La banda no lo había visto en años y no lo reconoció al principio debido a su apariencia cambiada. Esta visita fortuita de Barrett sirvió para acentuar aún más la carga emocional de la canción y su importancia para Pink Floyd.
En cuanto a las dificultades en la grabación de "Wish You Were Here", la banda enfrentó algunos desafíos en el estudio. Uno de ellos fue la búsqueda del sonido perfecto para la guitarra eléctrica de Gilmour, que requirió múltiples tomas y experimentación con efectos. Además, la mezcla de la canción también fue un proceso complicado, ya que la banda quería equilibrar el sonido de los diferentes instrumentos y voces de manera adecuada.
"Wish You Were Here" se convirtió rápidamente en un éxito comercial y crítico, y es considerada una de las mejores canciones de Pink Floyd. Su emotiva letra y melodía continúan resonando en el corazón de los fans de la música en todo el mundo, y su legado como tributo a Syd Barrett perdura en la historia del rock.
So, so you think you can tell
Heaven from Hell,
Blue skys from pain.
Can you tell a green field
From a cold steel rail?
A smile from a veil?
Do you think you can tell?
And did they get you to trade
Your heros for ghosts?
Hot ashes for trees?
Hot air for a cool breeze?
Cold comfort for change?
And did you exchange
A walk on part in the war
For a lead role in a cage?
How I wish, how I wish you were here.
We're just two lost souls
Swimming in a fish bowl,
Year after year,
Running over the same old ground.
What have we found?
The same old fears.
Wish you were here.
"Shine On You Crazy Diamond, Pts. 6-9" es la segunda parte de la icónica suite que abre y cierra el álbum "Wish You Were Here" de Pink Floyd, lanzado en 1975. Al igual que la primera parte, esta composición es un tributo a Syd Barrett, cofundador y exmiembro de la banda, y aborda temas como la pérdida, la nostalgia y la lucha contra la enfermedad mental.
La banda, compuesta por Roger Waters, David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason, trabajó en conjunto para desarrollar esta obra maestra progresiva. A diferencia de la primera parte, "Shine On You Crazy Diamond, Pts. 6-9" contiene más secciones instrumentales y experimentales. La canción destaca por sus solos de guitarra de Gilmour y la rica instrumentación de teclado de Wright, así como por el saxofón de Dick Parry, que aporta un toque distintivo de emotividad.
Una anécdota interesante sobre esta canción es que, durante las sesiones de grabación, la banda enfrentó problemas técnicos que afectaron la calidad del sonido. Algunas de las pistas grabadas en los estudios Abbey Road sufrieron daños debido a un fallo en el equipo, lo que obligó a la banda a regrabar ciertas partes de la canción en los estudios de Super Bear en Francia. Este contratiempo no impidió que Pink Floyd lograra su objetivo de crear una pieza conmovedora y ambiciosa.
El proceso creativo de "Shine On You Crazy Diamond, Pts. 6-9" también fue marcado por la experimentación y la búsqueda de la perfección. Por ejemplo, la banda probó diferentes configuraciones de micrófonos y técnicas de grabación para capturar la atmósfera y la textura deseadas para la canción. Además, las complejas estructuras y cambios de tempo de la pieza requirieron un gran esfuerzo de ensayo y coordinación por parte de los miembros de la banda.
"Shine On You Crazy Diamond, Pts. 6-9" es un testimonio del talento y la visión artística de Pink Floyd. A pesar de las dificultades y desafíos encontrados en el camino, la banda logró crear una canción conmovedora y poderosa que sigue siendo un pilar en el repertorio de Pink Floyd y en la historia de la música rock en general.
Nobody knows where you are,
How near or how far.
Shine on you crazy diamond.
Pile on many more layers
And I'll be joining you there.
Shine on you crazy diamond.
And we'll bask in the shadow
Of yesterday's triumph,
And sail on the steel breeze.
Come on you boy child,
You winner and loser,
Come on you miner for truth and delusion, and shine!
Usamos cookies para analizar el tráfico del sitio web y optimizar tu experiencia en el sitio. Al aceptar nuestro uso de cookies, tus datos se agruparán con los datos de todos los demás usuarios.